lunes, 17 de junio de 2019

Ser anarquista hoy en Venezuela: Habla X, integrante del Colectivo de El Libertario



Nota previa de El Libertario: A comienzos de abril de 2018, una periodista colombiana escribió a nuestra redacción solicitando que alguien de nuestro Colectivo respondiese un cuestionario que estaba remitiendo a agrupaciones anarquistas en diversos puntos de Hispanoamérica, donde inquiría sobre lo que es ser anarquista hoy en este ámbito. Con gusto se le respondió, pero al parecer no ocurrio lo mismo en otros lugares, así que el reportaje previsto con las respuestas que se esperaban se ha ido postergando. Suponemos que ya no se publicará debido a los meses transcurridos, así que decidimos difundir las respuestas de la persoa de nuestra redacción, en el entendido que es un testimonio merecedor de conocerse publicamente acerca del tema.
1.- ¿Cómo es la vida de un anarquista en estos tiempos neoliberales?
Como para la gran mayoría de la población en Venezuela, la situación para mí  (y para toda la gente anarquista) en lo cotidiano se ha vuelto bastante difícil, teniendo que soportar esta particular circunstancia donde el Estado y el Capital nos someten a un brutal proceso de ajuste neoliberal combinado con un ejercicio del poder político que no dudamos en calificar dentro del modelo dictatorial autoritario propio del siglo XXI. Puede que haya gente fuera de nuestro país que se deje embaucar por la verborrea seudoizquierdista del gobierno chavomadurista y quiera creer que la dramática situación que acá padecemos es un montaje orquestado por la propaganda del enemigo, y si acaso se sufren algunos problemas serían exclusivamente por culpa de la conjura imperialista. Pese a tales condiciones que estamos pasando, mantengo la confianza personal en que la vía para el auténtico cambio social pasa por lo que propone el anarquismo, se mantiene pese a todo.
2. ¿Cómo se practican en la vida diaria las ideas de pensadores como Thoreau, Bakunin y Proudhon?
Debo preguntar porque se incluye a Thoreau, alguien cuyas ideas no suelen ser mencionadas entre las que se  consideran (al menos en el ámbito de habla castellana) como infuencias mayores en la teoría y práctica ácratas.
En la vida diaria, precisamente el anarquismo se caracteriza por proponer que quienes asumen sus ideas sean coherentes en practicarlas cotidianamente. El anarquismo no es solo un método para hacer la revolución social y una propuesta de cómo debe ser la sociedad que se construya luego de la revolución, es también una práctica para aquí y ahora; evidentemente no es fácil llevar esa coherencia en lo personal, pero es un reto que nos impone el anarquismo a quienes lo asumimos: pelear por él como proyecto político-social y practicarlo como modo de vida.
3. ¿Cuál es la percepción que se tiene en tu país sobre el anarquismo? ¿Cuál es la percepción de tu familia?
En Venezuela -donde no tuvimos la tradición histórica anarquista de otros países- ha sido un gran esfuerzo el de hacer que se conozca la propuesta libertaria, tarea que en las dos últimas décadas ha sido principal para el pequeño movimiento ácrata local; algo se ha avanzado en ese sentido, pero aún es mucho lo que queda por hacer en ese terreno. De algún modo esta situación se repite en el ámbito familiar, donde con el tiempo se ha pasado de una incomprensión total a algún conocimiento y tolerancia del anarquismo.
4. ¿Cuándo te hiciste anarquista y por qué?
Venía de una frustrante experiencia previa de militancia marxista donde entendí que por allí no iba el camino hacia la transformación radical de la sociedad y las personas, que ha sido mi aspiración vital principal; afortunadamente, encontré el camino hacia el anarquismo, que sí responde cabalmente a esa aspiración.
5. ¿Enfrentas algún tipo de obstáculo por serlo?
Nada distinto a lo que supongo deben capear l@s anarquistas en otros lugares, pues ser anarquista y enfrentar frontalmente el poder autoritario del Estado y el Capital no ha sido nunca nada fácil. Vale sin embargo apuntar que para el caso venezolano (como en otras ocasiones en que el anarquismo ha debido lidiar con poderes autoritarios que se dicen de izquierda) debemos enfrentar a un Estado que proclama compartir o al menos tener afinidad con las metas revolucionarias del anarquismo, donde al adversarlo se nos acusa de hacerle el juego a la derecha, calumnia nada nueva contra el anarquismo cuando ha sido coherente en repudiar activamente al poder opresor autoritario de cualquier signo, conducta que historicamente se ha demostrado como moral y éticamente la más justa ante el vergonzoso resultado al que han llegado los proclamados “Estados Socialistas”. Esta circunstancia específica que enfrenta el anarquismo de Venezuela, hace que gente que se dice de izquierda, incluso libertaria, vea con sospecha o incluso repudie abiertamente las posiciones que se han defendido desde aquí, lo que a fin de cuentas entendemos nos ha obligado a ser mas coherentes en nuestros argumentos y consistentes en su defensa.

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